En una sociedad donde la clase política profesionalizada se aleja cada vez más del Pueblo al que dice servir, donde los espacios de libertad son cada vez más reducidos y escasos en tiempo y forma, donde los distintos poderes intentan regular continuamente los diferentes ámbitos de nuestra vida con la proliferación y el aumento de normas que en lugar de facilitar y desarrollar valores como la igualdad y la justicia social, terminan originando situaciones, en algunos casos, opresivas, llegando incluso a limitar innecesariamente las libertades individuales y la autonomía de las personas y las organizaciones, son más necesarios que nunca espacios de contrapoder que limiten y equilibren los desmanes que está provocando este sistema, promoviendo con ello alternativas más justas, participativas y sostenibles.
Espacios donde poder fomentar la participación activa de las personas en los procesos de toma de decisiones, dando voz y poder a los grupos marginados, además de promover procesos en los que la comunidad pueda decidir sobre aquellos asuntos públicos que de alguna manera u otra les afecte, desarrollando de esta forma, la participación ciudadana y la transparencia, contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y equitativa y fortaleciendo así la democracia desde abajo, desde su propia base.
Iniciativas que potencien la producción y consumo local de productos y alimentos, reduciendo la dependencia de las cadenas de suministro industrializadas y fortaleciendo la soberanía productiva y alimentaria de un país al que le sobran alimentos, pero que están mal repartidos y que desgraciadamente se sigue especulando con ellos. El caso del aceite de oliva es palmario.
Proyectos que promuevan plataformas de comunicación que operen fuera de los grandes conglomerados mediáticos, para poder ofrecer perspectivas críticas y alternativas a una sociedad en cierta medida adormecida, y buscar con ello provocar reflexiones y cambios sociales, utilizando estos medios como herramienta de resistencia activa.
Es por ello, querido lector, más necesario que nunca la existencia de medios de contrapoder como este que tienes en tus manos. Un proyecto cooperativo, solidario y autogestionado por un equipo de personas que creen firmemente en que la libertad mejor que sobre que no que falte. Un esfuerzo comunitario y colaborativo de una serie de hombres y mujeres de distintas procedencias que están convencidas de que un mundo más justo es posible.
Esperamos que este nuevo número de Esfuerzo Común sea de tu agrado e interés y que haciendo caso de los principios referenciales de este proyecto, pueda ser difundido para que llegue al máximo número de lugares posibles.
