Es cierto, segundas partes nunca fueron buenas. Y no está en nuestro ánimo al escribir éste número especial de Esfuerzo Común que tiene entre sus manos mejorar el legado de un proyecto que simplemente resultó inmejorable.
Las personas ya entradas en años posiblemente sepan, o en algún momento hayan oído hablar de lo que fue y supuso en su momento Esfuerzo Común, pero probablemente, algunos de los más jóvenes lectores e incluso algunos de los más jóvenes colaboradores que han participado en la elaboración de esta revista no son conscientes de la importancia de una revista que desde sus inicios mostró su inclinación en ofrecer una información libre y crítica. Por lo anteriormente citado, poco a poco se fue convirtiendo en una revista de oposición al franquismo y por ello, desde su nacimiento en 1960 hasta su extinción en 1986 la revista acumuló multas, presiones, enemigos y secuestros.
El nombre de la revista -Esfuerzo Común- nunca fue algo casual porque sus hojas estaban empapadas del sudor de aquellos que, edición tras edición, sorteaban las presiones, esquivaban las alargadas garras del régimen y paliaban como podían los problemas económicos. Como pueden imaginar, no fueron pocas las dificultades, pero tampoco fueron pocas las satisfacciones. La primera de todas tiene que ver con el adjetivo que acompaña a Esfuerzo, Común, esa es la palabra clave. Común porque la revista fue un trabajo de mucha gente que supo entender la necesidad de unirse y trabajar en comunidad para ayudar e informar a esa sociedad española amordazada y atemorizada.
¿Por qué hemos publicado éste número de Esfuerzo Común?
Porque creemos importante honrar la memoria de una publicación injustamente olvidada y la de todas las personas, desde Ildefonso Sánchez Romeo su fundador y todos los colaboradores que participaron en el proyecto, pero también porque la sociedad española vuelve a necesitar ese esfuerzo común de todos para elevarnos por encima de las nubes tóxicas que no nos permiten ver con claridad cuál es nuestro lugar en el mundo. Porque es momento de volver a elevar la voz contra los autoritarismos cada día más desacomplejados y fomentar el pensamiento libre basado en la confrontación de diferentes ideas. No queremos remover conciencias ni provocar levantamientos. Nuestra intención es mucho menos pretenciosa, nos conformamos con ser capaces de llamar la atención de nuestros lectores sobre alguno de los temas aquí expuestos.
Estas páginas nacen de la pasión por la libertad bien entendida y del compromiso con una comunidad a la que todos pertenecemos. Así pues, os animamos a disfrutar de éste número especial. Ha sido un placer elaborarlo y es mucho más compartirlo con vosotros.
Esfuerzo Común
