enero 26, 2025

Los movimientos sociales en la ciudad de Madrid

Este texto aborda el fenómeno de los movimientos sociales como partes integrantes de la práctica autogestionaria y de la lucha social.

Cinco características del movimiento social son (1) la transformación sociopolítica como finalidad, (2) la organización desde abajo (autogestión), (3) la identidad como contrapoder -lo cual conlleva identificar al Poder contra el que se lucha-(4) la falta de ánimo de lucro y la búsqueda de una financiación independiente y, (5) el uso de herramientas como huelgas, manifestaciones, protestas. Otro aspecto interesante es pararse a evaluar cómo los movimientos sociales se convierten en interlocutores con los órganos institucionales de Poder.

El concepto de movimiento social tiene en origen una carga historiográfica marxista que impide su equiparación con otros tipos de asociacionismo o lobbies. Evidentemente, es una teoría clásica que puede dar lugar a discusiones sobre todo en lo que se refiere a la tipología de organizaciones que quedan englobadas en tal concepto, pero hay un consenso amplio en que el fenómeno se origina en torno a la Revolución Industrial y en el contexto de la lucha de clases.

El canon clásico toma como referencia la Revolución Industrial, es decir, las organizaciones que luchan por una serie de intereses sectoriales vinculados a las necesidades económicas (trabajo, establecimiento de jornada, trabajo infantil, condiciones laborales y salariales, salubridad, atención sanitaria, educación, asistencia y seguridad social, nuevas culturas sociales como la lucha sufragista, etc.) de una sociedad industrializada, urbanizada y capitalista.

Si éste es el origen, el transcurrir del tiempo con una economía post-industrial también ha afectado a la fenomenología de los movimientos sociales dando lugar a los nuevos movimientos sociales (NSMs, en inglés). Entre estos movimientos tenemos el feminista, el ecologista, el movimiento por los derechos de la comunidad gay, el pacifista, etc.

En Madrid capital
Hemos elegido lo que conocemos, el municipio de Madrid. Sin duda, el repertorio de organizaciones que representan a los diferentes movimientos sociales en este espacio es muy rico. Un continuo proceso de urbanización e inmigración también hace que muchos de estos movimientos tengan un recorrido histórico considerable. No obstante, hay que hacer notar que Madrid no cuenta con todos los tipos posibles; así, los movimientos nacionalistas-independentistas (catalanes, vascos, gallegos) no quedan representados, como tampoco lo están, por ejemplo, los movimientos de la España Vaciada.

1.-Las tipologías de movimientos sociales en Madrid:

Al igual que en otros lugares, la nominación de las organizaciones es variada y se supone que cada nombre se elige por la naturaleza, forma organizativa autogestionaria o alcance que se desea tener: hay asociaciones, centros sociales, grupos, colectivos, “fundaciones”, espacios, federaciones, marchas, movimientos, plataformas, etc. Es un detalle a tener en cuenta. Vemos más recientemente que algunos asumen la característica de “experiencia” o “proyecto” o “laboratorio”.

Los centros sociales (CS)
Entran en esta categoría tanto los centros sociales okupados (CSO), los centros sociales autogestionados (CSOA), los espacios sociales autogestionados (ESOA), los ODS (Oficina de derechos sociales) En cualquier caso, una desventaja universal de todos los centros sociales es el estado de sus finanzas. También, en gran medida por su naturaleza de compromiso social, los proyectos terminan disolviéndose. Algunos ejemplos de CSO y CSOA en la ciudad de Madrid son o han sido Minuesa, el David Castilla, La Guindalera y los sucesivos Laboratorios en el barrio de Lavapiés, la Karakola, El Patio Maravillas y, después del 15M, el Eko de Carabanchel, La Ingobernable y la Yaya.

Entre los Centros Sociales podemos poner el ejemplo de la Piluka, centro social en el Barrio del Pilar. La Piluka es un proyecto integrado a su vez por pequeños grupos con identidad propia: la Asamblea Feminista, el Cine del Barrio del Pilar, la Cooperativa Agroecológica Surco a Surco (SaS), el Grupo de Consumo El Rincón de la Piluka, JUAPI, North Hackerspace y Tienda Gratis.

Las asociaciones de barrio
Hablamos de asociaciones autogestionarias y alternativas que construyen una identidad de barrio. Se aproximan al modelo clásico de movimiento social porque surgen de la identidad de los barrios, lo que en cierto sentido traspone el concepto de clase popular. Un ejemplo es la Villana de Vallekas.
Las asociaciones de vecinos:

Con un origen histórico en el desarrollo de nuevos barrios periféricos para vivienda de la clase trabajadora, el modelo se ha ido extendiendo a barrios de la clase media. Últimamente nos hemos encontrado con alguna asociación vecinal que ha considerado incluir en su denominación el calificativo “Independiente” La llamada a la movilización ha perseguido y persigue objetivos de mejoras de infraestructuras, punto de encuentro de los vecinos, y representación de los intereses de la comunidad ante el Ayuntamiento.

Los movimientos feministas
En el registro de asociaciones del Ayuntamiento de Madrid aparecen bajo esta categoría las siguientes organizaciones: Alquimia Feminista, Espacio Feminista Radical, NosotrAs, Blanco, Negro y Magenta, Sindicato de Mujeres, Vanguardia feminista, Fórum Feminista de Madrid, Asociación Mujeres para la Salud, Nación Mujeres, Juventudes Feministas de España, Docentes Feministas por la Coeducación, Frente Abolición Prostitución, Asociación de Mujeres Feministas Marcela Lagarde, Asociación de Mujeres Monserrat Roig, Mujeres Abolicionistas de Rivas, Asociación Cultural Feminista la Eskalera Karakola, Asociación Hetaira, Al igual que ocurre con los movimientos LGTBI, varias de estas asociaciones hacen valer un componente antifascista.

También se da la posibilidad de que algunas organizaciones feministas compartan un compromiso LGTBI. Además, existen pequeños grupos más radicales que no están registrados, por ejemplo, el Grupo de Autodefensa Transfeminista Les Ninjas.

Los movimientos LGTBI.
Podemos listarlas a través del Registro del Ayuntamiento de Madrid, Registro de Asociaciones – Ayuntamiento de Madrid. Arcopoli, Buho, Chrysallis, Cogam, Colegas-Confederación Española LGTB, Chismhom (Asociación Cristiana LGTBI-H), Deporte y diversidad, El Hombre Transexual, FELGTB (Federación estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), Fundación 26 de diciembre, Fundación Eddy-G, Fundación Pedro Zerolo, Fundación Triángulo, Galehi (Asociación de Familias LGTBI), Gitanas feministas por la diversidad, Imagina Más, Kifkif diversidad y derechos humanos, Lesworking, Red profesional de mujeres lesbianas, LGTBIPOL (Asociación policial de visibilidad de la diversidad sexual de género y la igualdad), Oficina diversidad UCM, Respeta LGBTH (Colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de Madrid), Son nuestros hijos, Transexualia, Pinkpeace, Diversah, Fuenla Entiende LGTB, Fundación Sexpol, UAMEntiende, LB Talks, Asociación de Mujeres Lesbianas y Bisexuales. Pero también hay que señalar la existencia de ciertos grupos LGTBI madrileños no institucionalizados con un perfil declaradamente de izquierdas. Es el caso, por ejemplo, del colectivo Marikas.

Los movimientos ecologistas
Formados por aquellas organizaciones con luchas como la conservación de la naturaleza, la posición antinuclear y pro energías limpias, o la lucha contra el consumismo. (Podríamos considerar al movimiento animalista y antitaurino como un subtipo extremo dentro de los movimientos ecologistas). Se dan grupos con una visión más centrada en la alternativa del ecologismo social como Ecologistas en Acción de Madrid

Los denominados sindicatos sociales
Como el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (inquilinato.org), el Sindicato de Estudiantes https://www.sindicatodeestudiantes.net/ Estos movimientos representan también objetivos sectoriales y pueden ser los que se han organizado más recientemente. En la web del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid encontramos la respuesta de ¿por qué un sindicato?

<<Quienes vivimos de alquiler en Madrid sabemos que no tenemos garantizado el acceso a una vivienda digna y estable: subidas descontroladas del precio, finalizaciones de contrato injustificadas, expulsiones de nuestros barrios…Consideramos fundamental que las inquilinas y los inquilinos nos organicemos para hacer frente a la crisis de la vivienda y consigamos revertir esta situación. Desde hace décadas existen sindicatos de inquilinas por toda Europa, por ejemplo, en Italia y Alemania, y a lo largo de su historia estos han cosechado muchas victorias para las vecinas gracias al apoyo mutuo, la solidaridad y la movilización social. Sabemos a ciencia cierta que, visibilizando el problema, enfrentándonos a los especuladores y presionando a las instituciones públicas, podemos conseguir que el acceso a la vivienda sea, de verdad, un derecho garantizado>>.

Revolucionarios alternativos:
Se trata de personas o grupos que plantean un modelo social libertario y de autoorganización contrario al sistema liberal capitalista. Los revolucionarios alternativos pueden formar parte de Centros Sociales, de Asociaciones de Barrio alternativas, de proyectos de desinformación. Es habitual que usen las categorías de los movimientos sociales clásicos, es decir, la lucha de clases y el anticapitalismo, adhiriéndolas a las nuevas luchas sociales.

Proyectos de “desinformación” o “contrainformación”
Se trata de RRSS creadas para aportar noticias, generar espíritu crítico, análisis, periodismo de investigación, etc. Estos contenidos tienen un perfil alternativo e independiente. Si ponemos nuestra vista en Twitter, hay cuentas que son en sí mismas un caso de movimiento social: La Haine @LaHaineinfo se define como un proyecto de <<Desobediencia Informativa portavoz de los movimientos sociales>> (claro que La Haine no tiene que localizarse en Madrid, sino que está en el mundo). En los mismos parámetros se encuentra otro clásico, Kaosenlared. También podemos incluir en este apartado a alianzas que se instrumentan precisamente a través de las RRSS como es el caso de la Fundación de Los Comunes,

2.-El movimiento social en contraposición al partido político:
. De acuerdo con Ismael Carvalle (2022)
<<La diferencia entre un movimiento social y un partido político es que el primero no tiene necesariamente la mirada puesta en la toma del poder político, sino que se limita a generar una presión de tipo social, cultural o ideológica en función de una causa, problema o descontento concreto y en pos de un cambio social determinado, mientras que el partido político opera con la vista puesta en la toma del poder político por vía electoral, y que por tanto debe contar con una doctrina (una filosofía), un conjunto de teorías, un diagnóstico, un programa y un sistema de consignas>> MORENA: entre el movimiento y el partido – La clandestina virtud.

En nuestra opinión late el prejuicio de que el partido político es un “producto” más avanzado, más perfecto, que el movimiento. Y esto no es cierto pues son dos estructuras diferentes, con dinámicas diferentes y en espacios diferentes. La manera de hacer movimiento social es local y autogestionaria; el movimiento social es autoconsciente de su naturaleza: un movimiento social no ambiciona transformarse en partido político.

Una cuestión interesante es el tema de la <<confluencia>> ¿es posible la confluencia entre los movimientos sociales radicados en un mismo lugar? ¿es posible la confluencia o colaboración entre los movimientos sociales y los partidos políticos? La respuesta es que sí.

3.-Conclusión:
Los movimientos sociales que hemos enunciado poseen una dinámica propia distinta a la de los partidos políticos. Los movimientos sociales se constituyen a sí mismo como unidades autónomas y autogestionarias. Representan una forma de demanda que puede obtener resultados del Poder sin tener que constituirse en partidos políticos. Sus luchas son concretas y locales.

Generan una cultura de concienciación social, construyen identidades, actúan como levadura y, eventualmente, como recurso para las personas que no están asociadas. En general, los movimientos sociales aseguran que sus luchas permanezcan y no se pierdan o queden diluidas en una estructura no autogestionaria. Además, cuando un activista comparte su pertenencia al movimiento social con una militancia política, o cuando deja su participación en el movimiento social para entrar en un partido político, aporta una cultura experiencial que debe ser aprovechada por el partido político pues es un activo seguro.

Como era de esperar, en Madrid capital y se área metropolitana hay una amplia representación de todos los movimientos sociales. El número de entidades de un mismo sector reivindicativo posibilita la creación de redes y de federaciones. De otro lado, existen varias razones para que se puedan establecer confluencias multisectoriales, una de esas razones en compartir un espacio territorial interconectado.
Los movimientos sociales están ahí. Su actividad es necesaria y se caracteriza por un trabajo sectorial determinado; además, todos ellos comparten los valores de concienciación y participación.

Alfonso Ruiz Cagigal

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